Catedral de Jaén - Monumentos de Jaén Este monumento de Jaén surgió por adaptación de una mezquita aljama a templo cristiano, reelaborado posteriormente al gusto gótico de manera pobre y constreñido entre murallas, puesto que se situaba en el ángulo sureste del recinto defensivo en un canto de la ciudad, según describe un Privilegio Real de 1432, su voluntad de desembarazarse de aquel cinturón correría paralelo a la implantación del estilo artístico renacentista, de manera que con la destrucción del muro se liquidaba un viejo estilo que, paradójicamente, se llamaba moderno: el gótico. En una palabra, se sepultaba el mundo medieval. Las tres naves de que consta el templo aparecen divididas por pilares cruciformes corintios bastante separados, lo cual, unido a la utilización de esbeltos arcos de medio punto de amplia luz y al empleo sistemático de bóvedas vaídas, sugieren una calma majestuosa producto de la sucesión de tramos, a modo de baldaquinos suspendidos, en vez de, como pudiera pensarse, un sentido dinámico del espacio. La fachada principal, realizada bajo la dirección de Eufrasio López de Rojas, a partir de 1667, tiene una inspiración italianizante en la solución del ático retrotraído, la interrupción del entablamento por los balcones y el orden gigante de las columnas, pero destaca especialmente por la teatralidad, en su profundo sentido barroco, con la puesta en escena de todo un muestrario iconográfico, casi todo él magníficamente esculpido por Pedro Roldán. Jaén Jaén - España
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